Fueron otros tiempos aquellos,
donde departíamos juntos,
jugábamos en plena madurez
comíamos del mismo fruto
Dormíamos en silencio aunque la noche fuera ruidosa
cómo viva el Rey en su trono,
con un ósculo se levantaba el cielo
en pleno esplendor del azul gloria
Bonita la vida transcurría
Sin estridencias a una sola esperanza,
atenidos a existir y a compartir
Llegó Júpiter y comenzó a soltar rayos
Cruelmente nos alcanzó uno
sin dar en el blanco, pasó rozando nuestras pasiones
Aquel día, sí aquel día, se doblegaron las esperanzas
se difuminaron de repente, para siempre…
No sé que ocurrió
Pregúntele a Júpiter
Patriarca de la justicia cósmica
Mi vida cambio y eso es lo que sé yo
Francisco Alarcón
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