Como el jabón

Tenía días sin bañarme con jabón
por cuestiones crematísticas
más que de “avieso” poeta
pero en difícil situación

Eso de pasarse la mano, rústica,
sin nada que suavice y limpie
ocasiona desagradable sensación
agua y más agua, pura agua
en desazón, en soledad indeleble

Menos mal que conseguí resolver la cuestión
sentí las manos suaves, tersas que acariciaban el jabón
contacto grácil y de ocasión
que permanece durante cierto tiempo

Cavilé de momento que era como andar sin mujer
menos mal que lo superé
su fragancia me sedujo tanto
que pensé: ¡las mujeres son como el jabón del alma!

Francisco Alarcón

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