Luis Buñel fue una de las
figuras más originales en la historia del cine. Sus imágenes fueron
inconfundibles, al igual que Chaplin o Eisenstein, cada uno en lo suyo marcaron
rumbos en el mundo. Nació en 1900 en Aragón, España. Estudio Filosofía y
Letras, fue boxeador amateur y poeta ultraísta. Compartió con García Lorca y
Salvador Dalí, quien determinó toda la trayectoria de Buñuel, cuando ambos se
integraron al movimiento superrealista, o automatismo de la mente, era la
vanguardia de la época, proveniente del “dadaísmo”. La disciplina del conjunto
superrealista era muy rígida y quien se aparataba de ella era expulsado de
inmediato. La mayoría de los buenos poetas franceses emergen de ella Paúl
Eluard, Max Jacobs, Rene Chars. Luego el grupo se divide por causas
substancialmente políticas y Buñuel se apartó de él, sin adscribirse a ninguna
otra corriente, conservándose fiel a sus principios con las interesantes
concesiones que el medio natural cinematográfico le impuso. Se traslada a Paris
dando inicio a su carrera y se junta con André Bretón y Dalí y aparece su
primer film superrealista: “Un perro andaluz”.
Las imágenes de “Un perro
Andaluz” además de extraordinarias fueron tremendas, constituyéndose en un
clásico del cine. La obra maestra de Buñuel fue “La Edad de Oro”, cuyo argumento
también compuso con contribución de Dalí. Siendo una película donde se atacaban
todos los principios de la sociedad de entonces, esta película no llegó a pagar
sus costos, pero fue la cima de Luis Buñuel. Estuvo vedada para luego retomarla
una vez que finalizó la II Guerra
Mundial. En su trama se pasa de un monumental poema de amor a describir ese
mundo sórdido, injusto, ridículo y criminal que se opone a la consumación de
ese gran amor. Con meticuloso aticismo, abunda en la película una insondable y amarga
expresión en sus apariencias, pero se desenvuelve con una ilación poética
típicamente superrealista. Fue una de las películas más interesantes y
conturbadora. Considerada en su género por algunos críticos como la obra más
revolucionaria, anticonvencional y descarada que se haya producido nunca.
Después realiza su film
Las Hurdes (Tierra sin Pan) ignorado por los españoles pero reconocido
triunfalmente por el resto del mundo. Buñuel
se convierte de aquí en adelante en un profesional del cine, renunciando
a su bagaje de cineasta puro y de sus principios superrealista, que aparecen
esporádicamente en algunos de sus Films mexicanos. Sus películas del periodo
profesional son de corte comercial sin carecer algunas de ellas de gran interés
o inferiores a las de sus tiempos superrealista. Acaso, “La Edad de Oro” y “Tierra sin
pan” servirían para que le sean perdonados sus yerros de la madurez.
Entre estas películas
comerciales nos topamos: “La hija de Juan Simón”, Don Quintín el amargao; entre
otras. Durante la Guerra
civil española produce un documental para luego trasladarse a Estados Unidos,
adonde entra en acercamiento con la cinematografía de Hollywood, con el doblaje
de películas. Y en 1.945 se traslada a México donde logra dirigir algunos Films
comerciales. Buñuel es impelido por aprietos económicos y pasa dos años
inactivo, hasta que nuevamente logra conectarse con el medio; ya no hay
intérpretes de renombre en sus repartos, de allí parte con “Los Olvidados”
alcanzando triunfantemente las plazas de Estados Unidos y Europa. Tras el
silencio Buñuel vuelve por los laureles y se coloca de nuevo entre éstos. En el
festival del cine en Cannes de 1950, se
concedió a Buñuel el premio de la
mejor dirección por “Los olvidados” y México le otorgó trece “Arieles” que
consolidan su triunfo.
“Los olvidados” fue una
película de sorprendente interés humano, una descripción cruda de la miseria y
de los bajos instintos. El final del Films es un glorioso episodio de antología
dramática. A continuación de este éxito vuelve a ser uno de los directores más
solicitados, hallando en México el lugar que lo albergó con “Subida al cielo” y
su versión de “Cumbres borrascosas” y otras
más. Así discurrió la gloria de Buñuel quien se describiera: como un agnóstico
por la gracia de Dios. Este maravilloso ser murió en Ciudad de México, México, el
29 de julio de 1983