Ya mi musa se fue con profundo dolor
¿Era mi amor?,
No lo sé
Revolotean el alma antes de partir
Ya se fue y no hay abatimiento,
no hubo destrucción sólo pasión
Nadie dejó,
la veré algún día con nuevo traje
con nuevos brillos, lejos de estas tierras
Le diré, hola cariño, ¿me recuerdas?
Fui yo, aquel quien te enseñó
y tú quien me partió el corazón.
En ramalazos quebraderos, mirando como todo se hace fugaz
Hasta los te quiero son desazón
Cuando se va alguien que uno ha querido
es como si se dejara de querer parte de uno mismo,
pero no hay remedio para estas situaciones
Se fue y salió con un destilarte adiós
Recuerdos, enredos, no, no los hay
Los poetas somos libres y volvemos al asunto original
Si es Dios es Dios, si no lo es, habrá otra inspiración
y las musas de nuevo aparecerán quizá por obra de ese Señor
Despuntado todo tiempo pasado
propicio como el hoy, desordenado en parte por el sufrimiento
Florecerán de nuevo los rosales con más esplendor
Yacerán los olvidos en su desesperación
y habrá de nuevo muchos seres y cosas por mirar
Así como todo cambia, el poeta lo hará,
creación es vida, inmarcesible de voluntad férrea
etérea o terrenal regresará y no agonizará la inspiración
Fenece solo la época, lo que nos rodea, sino muriera todo
Pues, seguiremos abiertos, algo maltrechos
con emoción tronada pero imperturbable;
hasta la vista bella flor, que yo también me voy
sabes mi nombre: Francisco Alarcón