Veo mi nombre solitario que no evoca nada,
veo que en él confluyen sólo mis pensamientos,
o presagios de algo que nunca se fructifica
Pero no me importa lo que veo sino lo que siento
Y mientras sienta estoy aquí y no expuesto en un vitral,
haciendo cosas con o sin fundamentos,
Errando pero también creando
lo que se erige de la nada y nace, crece y perdura
No son mis ficciones, no son los sueños púberos
Son los sueños de la edad madura o senil o como quieran llamarla,
la más rendidora cuando se sabe aprovechar
No hay nadie que calle esta boca ni que cambie mis inclinaciones
Son los años los que conducen a estas expresiones
Son los años que modelan un camino aunque ya nos cueste transitarlo,
es la vida del ser cuando ella se ha vivido en paz y con serenidad
Aprovechando cuanto cree uno es de importancia para el saber
Ya no repito los vocablos que les oigo a todos,
ya no son lo decires usuales que se contagian como las pestes,
Son las voces del alma que afloran a veces hasta sin querer
Ahora yo ando por esos rumbos a los que no pienso renunciar
Francisco Alarcón