El
olvido a muchas cosas es la conspicua solución para vivir el tiempo real
El
culto a la iconografía clásica no pasa de ser un atentado contra el devenir,
De esas almas que andan por lugares desconocidos en busca de paz
Quien
evoca el pasado no reconstruye la historia
Distorsiona
la verdad en breves divagaciones cargadas de imprecisiones
El
momento actual es para la creación
para el
período que reclama el mundo
Encadenarse
a lo que fue, es como colocarse un grillo, o atarse a un árbol, o amorrarse
a un ataúd
y ver
algunas satisfacciones en sus propias frustraciones
Todo
ser tiene un sino que lo diferencia de los demás,
las
amistades y uniones son tan pasajeras como el diario aparecer y desaparecer del
sol
No
disfruta quien inmortaliza y vive de ello, los
arcanos no se han convertido en autenticidades, sino siguen siendo como
el pan para el hambriento, que nunca logra saciar el hambre
Para
vivir el tiempo real hay que atender el pasar que implica cada instante.
Y
aunque es un lugar común y exactitud para la filosofía, constituye un verdadero
olvido para la mayoría de los seres, que creen hallar sabiduría en lo que fue
el ayer sin aportar nada, evadiendo las luces de hoy y apartándose de existir
en la realidad.
Francisco Alarcón
Francisco Alarcón