Cuando se acaricia a la mujer amada,
en suave piel se deslizan las manos
Cuerpo andante de seducción
natural empieza todo
Besos de dragones sin emanaciones de fuego,
bocas que se comunican sin hablarse
que transmiten el calor del instante,
en el sitio que sea de buena disposición
Así soy, así somos frágiles ante los deseos
El cuerpo va en comunicación con el pensamiento
Te quiero, estoy, te toco, me excito porque vivo
de tus hermosos detalles sin sedas ni encajes
Desnuda el alma, desnudo el corazón
Arrebújame en tus brazos,
dame calor como cuando era niño,
dime lo que sientes, soy lo que quieras
Son momentos eternos para la existencia
Francisco Alarcón