Chávez no es un problema teórico

Si el socialismo del siglo XXI fuera un problema ideológico, ya en diez años se hubiese visto parte de ese proyecto. Pero eso no existe, el socialismo del siglo XXI forma parte de la improvisación y del juego de Chávez con la disidencia, es la forma de buscar la justificación “ideológica” en su práctica continua. Es su “creación” ilusoria; por eso oímos en cualquiera de sus peroratas sus esbozos con reminiscencias varias del comunismo ortodoxo, o un símil con Dios. Él no ha logrado construir nada, ni lo logrará a menos que sea meter a los venezolanos en un degredo, ejerciendo su libre arbitrio en una autocracia sin igual. Sin embargo las rémoras políticas de esa llamada oposición vista por sus carcamales, le sigue la corriente y pretenden “lucirse” aclarando lo que es su socialismo del siglo XXI.


Siendo incuestionable lo “pragmático” del chavismo, hoy suele tener una ocurrencia y mañana otra, tan locas que han logrado destruir el país sin ninguna resistencia, eso si es el “socialismo del siglo XXI”, es una práctica destructora a la cual no se combate en ningún ámbito, hace lo que quiere, y anda a su libre antojo. Mientras sigamos recurriendo al plano teórico, Venezuela estará cayéndose a pedazos, con mucha gente escaldada y afligida sin verle solución a sus contrariedades. Cada vez que Chávez invente algo nuevo y le de un nombre, existirán muchos tontos encargados en “encontrar” las respuestas; así logra imponernos sus intenciones personales, tal como su cambio constitucional para perpetuarse en el poder. Jamás el problema fundamental de Chávez fue el teórico, la teoría la forja la “oposición” mientras él anda dando tumbos por el mundo y regalando el dinero de todos los venezolanos. Sus alianzas y acuerdos son tan deleznables como los castillos de arenas, sin ser concepciones estratégicas, por ello, su comunismo es variopinta con un poquito de todo finalizando en una dictadura. También en su praxis le gustan las semejanzas con los dictadores mundiales, esas reminiscencias son de siempre, sus periplos vienen desde hace tiempo, cuando visitó a Sadam por simplemente conocerlo y pavonearse junto a él. Son sus efluvios y “sueños” juveniles tratando de saciarlos uno a uno; con ese vaivén los venezolanos vamos llegando a la más triste degradación sin convencernos que, la única salida para este mal es una resistencia y no buscarle respuesta a lo que no existe en el campo de las ideologías.

Lo primero que destruyó Chávez fue la agroindustria con su famoso método “Chaaz”, casi olvidado, posiblemente recordado por sus desdichados agredidos, y hoy lo vivimos advirtiendo la carestía en la vida. Ahora el régimen quiere regresar a la CAN, pues no hay tubérculos ni carnes, secuela de ello. Lo que aquí acaban lo sustituyen con importaciones, es la “victoriosa” economía de puertos tantas veces denunciada. Es esto un logro del socialismo del siglo XXI? O un elogio a la enajenación?

Es “socialismo del siglo XXI” cuando los nuevos ricos “despojan” a quienes trabajaron para levantar sus empresas durante décadas. De ser cierto, los socialistas del siglo XXI abrirán un casino en diciembre, donde la “revolución” expropió recientemente el teleférico, para “beneficiar” a los pobres. Si estas son ideas y no ruindades, de verdad lamentamos muchísimo que nuestros “teóricos” aún se devanen las entrañas, buscándole la contra al socialismo del siglo XXI. Saben cómo se neutraliza ese “socialismo”? luchando contra el y no permitiéndole a los chavistas continuar saciando sus apetencias grupales. Nunca la supuesta revolución venezolana tuvo una ideología, acaso afinidades con las dictaduras y conspiraciones contra las democracias del continente. El tiempo se encargará de aclararles a ciertos caballeros de nuestra irreal oposición o de esa abatida “izquierda” sea cual sea su tipificación y que siempre estuvo hospedada en el fracaso haciéndole el juego indebidamente al régimen, que no han sido teorías las de Chávez sino alucinaciones.