Cuando
Carlos recibe las páginas de un manuscrito que su amigo Lucas había
encontrado y que le parecían de un “valor excepcional” y se pone a
leerlas, descubre que realmente es un texto de gran valía, pues se trata
de notas, comentarios y casi una detallada crónica, escritos por el
periodista Gonzalo Mira, del periódico La Voz del Segura, que entrevistó
en sus últimos tiempos de vida al poeta Miguel Hernández, uno de los
máximos exponentes de la poesía española. Así de esta forma comienza Conversaciones con Miguel Hernández (PR Ediciones, Madrid, 2018), que tiene como subtítulo el poeta con el falangista, documentada novela del escritor español Eduardo López Pascual (Granada, 1939).
A
partir de esta premisa, se revelan diferentes episodios que profundizan
en la España de finales de los años treinta, justo después de terminada
la Guerra Civil Española (1936-1939). El amargo ambiente político
reinante, la persecución y acoso a los “rojos”, que era el caso del
poeta Hernández y las penurias, que en estas páginas se describen con
minuciosidad en un viaje en tren entre Murcia y Madrid.
En
la novela de López Pascual –que si se obvia que se trata de una novela,
se podría decir que tiene un gran valor documental–, el osado
periodista Mira entra en las prisiones donde el bardo de Orihuela estuvo
encerrado, primero en Madrid y posteriormente cerca de su ciudad natal,
hasta que muere por tuberculosis en 1942, a los 31 años de edad.
inRead invented by TeadsLópez Pascual, al asumir la postura de su personaje, el periodista Mira, se acerca al autor de La nana de la cebolla,
desde cuatro ángulos muy bien definidos en esta narración. El enojo por
el encarcelamiento y persecución de un poeta fundamental por sus ideas;
la ceguera política del propio Miguel Hernández que se aferró a una
ideología que a la postre la historia ha demostrado fracasada; el apoyo
que recibió el poeta de un grupo de hombres que en muchos sitios todavía
son mal vistos en España: los falangistas; y la reconciliación de todas
las fracciones en pugna.En Conversaciones con Miguel Hernández,
el periodista de La Voz comienza su crónica narrando el momento en que
anuncian con euforia en la redacción del Diario que habían apresado a
Miguel Hernández: “¡Dejad vuestros pobres e insulsos artículos!
¡Prestadme mucha atención! ¡Oídme! […] Han detenido a Miguel Hernández”.
A partir de ese momento ocurren encuentros y desencuentros entre el
personal del medio de prensa, pues Mira rechazaba la detención del
poeta, por su condición de escritor, mientras la mayoría la aplaudía por
tratarse de un comunista que “se dedicaba a excitar a las masas, daba
discursos incendiarios que derivaban en asaltos, en muertes y quema de
iglesias. ¿O no lo recuerdas?”.
Tras
muchos desplantes y problemas, Gonzalo Mira convence al director del
periódico para que lo envíe a Madrid a entrevistar a Hernández. Viaja y
se encuentra con que el poeta ha sido excarcelado y está escondido y
protegido en casa de influyentes amigos, casi todos falangistas. En esa
primera entrevista se hace evidente la radicalización del poeta hacia el
comunismo, gracias, en parte, a sus encuentros con el poeta chileno
Pablo Neruda. “Fue el diplomático chileno y poeta Pablo Neruda, el gran
inspirador de la conversión comunista de Miguel Hernández”. En algún
momento de la entrevista, el periodista pregunta: “¿Llegaste a pensar
algún día que serían los falangistas quienes te ayudarían tras la
guerra? A lo que el poeta responde: “Nunca pude imaginarlo”.
Eduardo
López Pascual refuerza su tesis del apoyo del movimiento creado por
José Antonio Primo de Rivera hacia el poeta, con nombres de figuras que
militaron en la falange. Tras viajar Hernández a su pueblo natal, es
vuelto a apresar y siguen los esfuerzos por lograr su excarcelación. “El
escenario humano y social de esta nueva realidad, imponía por estricta
justicia, una movilización de todos los intelectuales del país y por
supuesto, de quienes nos considerábamos falangistas, puesto que abogamos
desde el principio por una reconciliación general y completa…”. Ya para
ese entonces, la salud de Hernández estaba seriamente comprometida. El
poeta es condenado a muerte por un Consejo de Guerra, pero el propio
Franco le conmuta la pena a cadena perpetua. Finalmente, muere en un
hospital de Valencia.
Conversaciones con Miguel Hernández
es una novela que se enmarca en un contexto histórico literario, donde
realidad y ficción se funden con gran eficacia, lográndose un texto que
fluye con soltura y en el que el lector logra entender, quizás un poco
mejor, una época convulsa que estremeció a España.
Eduardo López Pascual es narrador, poeta y promotor cultural. Entre sus libros se encuentran La memoria que nos queda y Solo os diré que estoy vivo.
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