Una
sombra de ironía
miré
brotarse en tu cara
Si tu
boca sonreía
la
burla se le notaba
Mil
gracias subrayadas
con
garbo distinguido
tu voz
sutil embrujaba
casi no
más era un mimo
Y yo
aprecié que lanzabas
con
desleal precisión
un
dardo que lastimaba
dispuesto
con puro rencor
Por qué
el destello de tus ojos
y tu
sonrisa tan bella
padecen
crueles antojos
cuando
me tienes muy cerca
Por qué
tus suaves encantos
en vez
de hacerme feliz
propician
estos quebrantos
que
están matandome a mi
Abril
1.971
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