Somos cualquier cosa menos seres,
en este infierno,
en este sobrado,
así nos tratan, como quieren
Nos mienten,
nos apabullan,
no hay redención material,
no hay iniciativa cierta,
no hay mente que piense,
ni cuerpo dispuesto a morir,
somos terreno fértil para la opresión
No hay clamor que despierte
Sólo miseria, muerte y consternación
El Dios de los pobres desapareció
trocado en un señor sin fueros
terco como un animal cruel
.
Haciendo lo que le viene en ganas,
casi tan poderosos como la naturaleza
para obra de las desgracias
Helo ahí, como retumba cual si fuera el propio Mefistófeles
por desidia del “Señor”.
Francisco Alarcón
1 comentario:
Hola Francisco, ¡Magnifico blog!, ¡Enhorabuena!
Te invito a que visites el mio.
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Espero te guste
Trinidad Canel
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