Con el alba de tus ojos
me mueves,
el mas tierno ensueño,
y el mas dulce amor.
Con tu alegría
la vida me bendigas
que son cualidades
que a vivir me obligas.
Qué fulgores diamantinos
circundan tu imagen,
dejando atrás lo plateado
de noche de plena de luna.
Nadie puede reemplazarte
ni en mi verso ni en mi amor,
y ante tu gracia rendido
mantengo mi turbación.
Francisco Alarcón /Ven niña pag. 48
No hay comentarios.:
Publicar un comentario